El palacio de Qishlah está ubicado en el centro de la ciudad de Ha’il, erguido con la grandeza de su antigua historia. Es uno de los principales ejemplos del patrimonio arquitectónico de la región, que resume la esencia del pasado. Este palacio fue construido en el año 1360 H. / 1941 d. C., durante el reinado del rey Abdulaziz. Su arquitectura se inspira en la escuela tradicional de Najd. Fue construido con barro, adobe y piedra, y decorado con ornamentaciones en yeso de diseños geométricos y vegetales que reflejan la identidad arquitectónica de Ha’il de aquella época. El palacio consta de dos plantas con 143 habitaciones y cubre una superficie de 20,000 m². En sus esquinas hay cuatro torres defensivas cuadradas, además de otras cuatro en el centro de sus murallas. Tiene dos portones principales, una mezquita interna, y sus habitaciones están decoradas con adornos de yeso, puertas y ventanas talladas que le otorgan una estética particular. En el centro del palacio hay un gran patio rodeado de galerías techadas con hojas de palma y troncos de árbol de tamarisco, proporcionando un espacio abierto que refleja el espíritu de la arquitectura tradicional. Anteriormente, este palacio funcionaba como fortaleza militar para preparar tropas. Su patio central acogía entrenamientos y desfiles, mientras que las habitaciones se usaban como oficinas de oficiales, administración general y almacenamiento de armas, convirtiéndolo en testigo de una época importante en la historia del Reino. Con el paso del tiempo, el palacio de Qishlah ha mantenido su estructura característica y su rica historia. En 2024 fue inaugurado nuevamente tras su restauración por parte de la Comisión de Patrimonio, la cual le dio nueva vida. Hoy, el palacio se integra con el presente, rodeado por restaurantes tradicionales, espacios de exhibición y tiendas de productos patrimoniales en formatos contemporáneos. Estas actualizaciones han convertido a Qishlah en un espacio patrimonial vibrante que atrae visitantes de todas las edades.